Haciendo una vista retorspectiva al comienzo del primer martes que comenzamos la primera clase de TIC, creo que estabamos bajo un clima de desorientación y curiosidad por cómo iba a desarrollarse la asignatura que para muchos de nosotros era casí desconocida. Pasaron los días y la intensidad de las clases ascendió hasta el punto de sentirnos un poco agobiados y bloqueados por no ser capaces de terminar lo asignado en el día, a veces por falta de tiempo, a veces por fallos en el orndeador y otras simplemente por distraernos debido al alboroto de 60 personas en un aula sin prestar la atención suficiente.
El tiempo fue pasando y creo que la palabra que mejor define este transcurso de tiempo es progreso, quizá el tiempo fuera el mismo y a veces resultará escaso, o el nivel de atención tampoco se ha mejorado, lo que si bajo mi punto de vista se han comprendido las exigencias que la asignatura pretende. Haciendo un alto en el camino me doy cuenta que he integrado recursos y técnicas que aunque en el momento actual parece que no voy a utilizarlas nunca, son herramientas imoprescindibles en la profesión de un buen docente. Al principio pensaba que estas técnicas al ser tan acotadas por el profesor (en el sentido que se nos proponía una única herramienta a utilizar para el trabajo) nos limitaba a no utilizar aquellas de las que si teniamos conocimiento. Sin embargo, son herramientas tan eficaces y útiles para la docencia que creo que es una suerte haberlas conocido.
A un mes de terminar las clases, considero que nos queda un gran esfuerzo, ya que aún hay muchos viernes que no conseguimos terminar lo propuesto y eso acumula el trabajo cuando existe la posibilidad de llevarlo al día. Pero ya que hemos conseguido integrarnos en la asignatura ahora ya sólo queda seguir con la motivación y el interés por esta asignatura que merece una gran importancia dentro del marco de la docencia.
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